¿Cómo superar la dependencia emocional?
01 de Marzo de 2022
La dependencia emocional es un patrón psicológico que se produce cuando una persona está subordinada y su estado de ánimo, felicidad y realización depende directamente de otra para ser feliz o sentirse realizado. Normalmente, este tipo de apego suele desencadenar en relaciones tóxicas.
La dependencia emocional puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género, sexo o raza, y puede llegar a manifestarse en cualquier tipo de relación, ya sea una relación sentimental, de amistad o familiar.
Algunas de las características más comunes de las personas que desarrollan dependencia emocional son actitudes que hacen referencia a la incapacidad de poner distancia hacia la otra persona, la manipulación (se intenta controlar la vida de la otra persona para evitar ser abandonado), sobreprotección, desconfianza, autoridad, etc. Aunque estos comportamientos no han de darse en todos los casos, sí que son los más frecuentes.
El problema de la dependencia emocional es que, en muchos casos, especialmente en relaciones sentimentales, esta conducta se normaliza y se considera una muestra de amor. Además, la persona que es dependiente emocionalmente no suele reconocerlo y su resolución resulta (aún más) complicada.
Por qué se produce
La infancia es una etapa clave que marca la formación de determinadas conductas que desarrollamos a lo largo de nuestra vida. El amor y la aceptación de nuestros seres queridos durante los primeros años de nuestra vida desempeñan un papel clave.
Así, las principales causas de la dependencia emocional se gestan en la infancia. La persona que desarrolla un comportamiento dependiente emocionalmente suele tener una carencia de afecto durante su infancia, en la que no se ha fomentado el apego seguro. Al sentirse solo y desprotegido, esta persona desarrolla un miedo al abandono y a la soledad que se ve arropado por la dependencia emocional en la edad adulta.
Dejando a un lado las experiencias de la infancia, podemos encontrar que el desarrollo de la dependencia emocional también puede deberse a una interpretación del amor distorsionada. Para algunas personas, el amor es posesión y apego obsesivo, incluso subordinación, y es por eso por lo que desarrollan estas conductas.
Las características más comunes de una persona dependiente emocionalmente suelen ser:
- Avidez afectiva, la necesidad de estar constantemente con esa persona y saber qué hace en todo momento.
- Comportamientos sumisos, se asume una relación de subordinación por miedo a que acabe la relación.
- Baja autoestima.
- Necesidad de agradar.
- Miedo a la soledad/abandono.
- Desconfianza e incertidumbre.
Básicamente, se anula la personalidad de uno mismo para satisfacer las necesidades del otro; se renuncia a la libertad personal.
Este tipo de conductas pueden ser peligrosas ya que, según determinados artículos científicos*, la dependencia emocional puede generar pensamientos obsesivos, trastorno del sueño, rechazo a las relaciones sociales y al ocio, ansiedad y depresión. Estas secuelas pasan desapercibidas por quien las sufre y, por ello, no siempre es fácil de gestionar.
*Camarillo L, Ferre F, Echeburúa E, Amor PJ. Partner’s Emotional Dependency Scale: Psychometrics. Actas Esp Psiquiatr. 2020 Jul;48(4):145-53. Epub 2020 Jul 1. PMID: 32920779.
Consejos para superar la dependencia emocional
Ahora que ya sabes lo que es la dependencia emocional, puede que hayas identificado ciertos comportamientos en algunas personas que conozcas o incluso en ti mismo. ¿Te gustaría saber cómo superar la dependencia emocional o cómo ayudar a alguien dependiente emocionalmente?
A continuación, te dejamos una serie de consejos que pueden ayudarte. Sin embargo, y como siempre decimos, es recomendable acudir a un profesional que pueda ayudarte.
- Habla con tu psicólogo. Como hemos mencionado, los problemas durante la infancia y/o una baja autoestima pueden ser una garantía para que surjan actitudes de dependencia emocional. Es entonces cuando la ayuda de un profesional resulta imprescindible para ayudarte a resolver esos conflictos anteriores y desarrollar estrategias para resolverlos. Además, sirve de gran ayuda para reforzar la autoconfianza y la autocompasión, entre otros.
- Cambia de hábitos y relaciónate con otras personas. Aunque pueda parecer complicado, es mucho más fácil de lo que puede imaginarse. Salir de la zona de confort, encontrar actividades que puedas desempeñar tú solo y conocer a gente nueva puede ayudarte a convencerte de que tu felicidad no depende de otra persona. El desarrollo personal es clave para sentirte autorrealizado; ya que será lo que marque la diferencia.
- Trabaja en ti mismo. ¿Cuántas veces habrás escuchado eso de “quiérete a ti mismo primero”? Aunque suene repetitivo, es algo en lo que tienes que trabajar. Has de conocerte, saber qué te gusta y aprender a pasar tiempo tú solo para poder disfrutar de relaciones sanas.
- Aprende a decir “no”. La asertividad es una forma de comunicarse en la que una persona puede decir lo que quiera respetando siempre a su interlocutor. Si aprendes a ser asertivo, a decir “no”, aprenderás a respetarte a ti mismo.
- Haz una lista de tus puntos fuertes. Para ayudarte a subir tu autoestima, puedes hacer una lista con todas tus virtudes. Si, además compartes esta lista con tus allegados, seguro que te sorprendes al descubrir que es más larga de lo que te esperabas.
- Aprende a gestionar tus emociones. Aunque este punto suele hacerse con ayuda de un profesional, resulta imprescindible para trabajar la dependencia emocional. Una reacción impulsiva de una emoción, como el miedo a ser abandonado, puede ser el desencadenante de una relación con dependencia emocional.
- Abandona las expectativas idealistas. Otra característica de la dependencia emocional es la expectativa idealista, es decir, se idealiza a una persona o relación por encima de la realidad, lo que no se corresponde con lo que verdaderamente es. Por norma general, estas expectativas son una gran fuente de constantes decepciones.
- Aprende a conocer patrones para evitarlos con el objetivo de que no se vuelvan a repetir en un futuro. Cuando has conseguido superar esa etapa de dependencia emocional, te encontrarás en un estado de plenitud y bienestar. Sin embargo, después de superar esa etapa puede que vuelvas a caer en ella. Por ello, es esencial que trabajes en el reconocimiento de patrones o comportamientos que se han producido con anterioridad para evitar desarrollar una dependencia emocional.
Superar la dependencia emocional requiere de mucha disciplina, determinación, compromiso y esfuerzo. Reconocerlo es el primer paso para superarlo y, con ayuda de un profesional, puedes conseguirlo.